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jueves, 28 de julio de 2011

Cuando el amor se acaba


“Se nos muere el amor, tiene fiebre de frio

Se nos cayó de la cama

cuando lo empujó el hastío

y está enfermo de muerte

el mismo que era tan fuerte

tiene anemia de besos, tiene cáncer de olvido

y por si fuera poco, tiene ganas de morir.

Ay amor con el tiempo te nos has oxidado

ay amor susceptible, ay amor delicado.

Ay amor no te mueras,

o muérete de un trancazo

que no hay peor agonía

que la que es de paso en paso”

Tal y como lo expresa la letra de Ricardo Arjona: ¿Se nos muere el amor? ¿Puede el amor acabarse de un momento a otro?, ¿Se acaba lentamente? ¿Cómo puedo saber si el amor que siento por mi pareja acabó? ¿Por qué lo dejé de amar o por qué me dejó de amar? Son tantas las interrogantes que surgen cuando nuestra relación de pareja comienza a deteriorarse y a dejarnos un vacio que no sabemos cómo llenar.

Para los expertos la señal más clara de que hemos dejado de amar a una persona es que ya no sentimos admiración y respeto por ella.

¿Dónde está el amor que sentía?

Descubrir que ya no amamos a alguien sin duda alguna resulta una experiencia dolorosa y complicada de afrontar.

Según Ethel Person, psiquiatra y autora del libro Sueños de amor y encuentros significativos, “dejar de amar es en cambio una contradicción de la misma [como te enamoras]. Así como todo nos parece más grandioso, más bello, más brillante cuando nos enamoramos, ocurre lo contrario cuando dejamos de amar. Entonces vemos todo lo que rodea a la otra persona más pequeño, más feo, más sombrío”…

“Algunas veces, desde luego, hay razones muy evidentes para dejar de amar a una persona, pero en muchas otras, no hay una explicación lógica para lo que sucede”. Así como el amor nace de distintas formas, el desamor puede llegar de golpe o ir apareciendo paulatinamente. Así que no es tu culpa…simplemente todo llega a su fin!

miércoles, 25 de mayo de 2011

Fantasías sexuales


Las fantasías son un complemento imprescindible para tener una vida sexual plena. Es una forma de enriquecer la relación de la pareja y no caer en la aburrida rutina que en ocasiones es el detonante del fin de las relaciones de pareja.

Fantasear en algo inherente al ser humano y una de las características que nos diferencian de los animales. Aunque durante siglos este tema ha sido tabú en nuestra cultura, parece que en los últimos años se han ido olvidando los viejos prejuicios.

Los hombres y mujeres tienen fantasías casi por igual, pero las mujeres
son más reacias a expresarlos por pudor. Sin embargo, en los últimos años las cosas están cambiando y por fin las mujeres están empezando a darse permiso para compartirlas y disfrutarlas.

Un estudio publicado por investigadores de la Universidad de New Brunswick, en la revista The Canadian Journal of Human Sexuality, afirma que más de los 90% de los hombres y mujeres encuestados tienen fantasías sexuales como ser amado, besar apasionadamente, hacer el amor en lugares diferentes a los convencionales o quitarle la ropa a alguien salvajemente.

Por el contrario, más del 60% se suele imaginar experiencias negativas como ser violado, forzar o ser forzado a hacer algo, y prácticas de sadomasoquismo como azotar o ser esclavo de un amo.

Las fantasías sexuales más comunes entre los hombres son tener relaciones con muchas mujeres al mismo tiempo, o probar con gente de su mismo sexo, así como el voyerismo, es decir, ser observado por una o varias personas mientras se practican actividades sexuales.

En las mujeres, tres son las ensoñaciones más habituales. Por un lado las románticas, en las que el cuerpo se implica a fondo y prima la sensualidad sobre la genitalidad; las voyeristas, en las que se imaginan a su pareja haciendo el amor con otra mientras ellas miran, o a ellas siendo observadas, y las sádicas, que consiguen el placer haciendo de su pareja un perrito faldero.

El cine ha sido fruto, en numerosas ocasiones, de las fantasías del público. Las escenas más subidas de tono han permitido dejar volar la imaginación de las parejas con la imitación de escenas que ayudan a mantener el erotismo de la relación. ¿Cuántos chicos han soñado con el cruce de piernas de Sharon Stone en “Instinto Básico”? Paul Newman, James Dean, Marylin Monroe o Rita Hayworth han sido algunos de los rostros con más glamour sexual de la pantalla grande, aunque las nuevas generaciones prefieren figuras como la de Brad Pitt, George Clooney, Scarlett Johanson o Shakira.

Sea como fuere, el caso es que, siempre sean sanas y no sustituyan en ningún caso las relaciones físicas, las fantasías son perfectamente lícitas y ayudan a romper la monotonía sexual que puede llegar a aparecer en la pareja.