martes, 17 de mayo de 2011

Sexo y amistad: ¿es posible?


No hay nada más complicado que las relaciones humanas. Hombres y mujeres se enamoran y se desenamoran cada día. Pero no siempre de la misma forma... Un amigo con derecho a roce es más que un amigo. Llega un momento en el que el afecto acaba dándose en la cama.

Sin embargo, esa amistad especial no puede aportar otra cosa que beneficios sexuales. Se disfruta del momento y no hay ninguna posibilidad de noviazgo a la vista. Cómo cualquier otra relación, conlleva ciertos riesgos que se pueden evitar al pactar las normas del juego.

Los expertos suelen destacar 3 pautas aconsejables:

  1. Es crucial recordar que sólo se puede esperar buen sexo de un amigo con derecho a roce. Congeniar está bien, pero se prohíbe cualquier implicación emocional. Las mujeres son las que peor lo llevan, ya que después de hacer el amor, liberan una hormona llamada oxitocina. Esa hormona explica porque necesitan mimos y caricias después del coito. Pero hay que distinguir entre la ternura de un amigo con derecho a roce y la de una pareja…
  2. Tener sexo sin compromiso inevitablemente tiene una fecha de caducidad. La brevedad garantiza más pasión e impide que surjan sentimientos. El sexo nunca puede convertirse en amor. Allí está la gran diferencia con un revolcón: según varios estudios, uno es más susceptible de ser cariñoso después del sexo con un amigo que con un desconocido.
  3. En cuanto uno de los dos se enamore del otro, el juego ha de terminar. Seguir con esta situación sólo provocará daños colaterales, ya que el que empieza a enamorarse va a esperar cada vez más.

Así que ya es cuestión de dar rienda suelta o de valorar las posibles consecuencias de ello. Tú decides….


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