Enamorarse después de una ruptura amorosa no es nada fácil, pero si además hay niños de por medio la tarea parece que se complica aún más. Al menos eso es lo que se desprende de una encuesta elaborada recientemente a más de 2.000 solteros españoles. Los resultados son claros: un 25% de la población no saldría con alguien que tuviese hijos de una relación anterior. Y es que, a la hora de la verdad no tenemos la mente tan abierta como presumimos de tenerla...
Pese a lo que pueda parecer, encontrar una pareja que acepte un hijo de otra relación no parece ser tarea fácil. El hecho de querer disfrutar de los inicios del romance a solas, sin ningún tipo de responsabilidad añadida ni interrupciones inesperadas, son las justificaciones que ponen la mayoría de los españoles para negarse a salir con alguien que viene con niños "incorporados".
Sorprendentemente, son las mujeres quienes más reticentes se muestran a comenzar una relación así. “Esta resistencia a aceptar la existencia de hijos no deja de ser una muestra exacerbada de la fantasía que implica desear que el otro no tenga pasado", comenta la psicóloga Leticia Brando.
Tan sólo un 26% de la población femenina está dispuesta a aceptar una situación de este tipo, frente a un 40% de los hombres, que aseguran no tener ningún problema en intentar iniciar una nueva vida con alguien que aporte hijos de una relación anterior, que, en absoluto, tiene por qué ser negativo. Si tanto los progenitores como la nueva pareja son hábiles en el manejo de las emociones y se comunican abiertamente con los hijos, su existencia puede enriquecer a la vida en común”, asegura la experta.
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