No sabes si seguirla o decirle que necesitas tiempo a solas. No sabes si puedes perdonar a tu pareja por aquella infidelidad.
Quizá no estés seguro/a de tus sentimientos o si esa persona va bien con tus planes de vida. Estos tres motivos son suficientes para que pospongas tu relación
Tienen diferentes metas. Aun si los dos empezaron con metas parecidas, es común que uno de la pareja quiera de repente otras cosas en la vida o decida abrir un nuevo territorio que no encaja con los planes de la otra persona.
Quizá quieras conseguir un trabajo en otro país, mientras que tu pareja no quiere viajar, o esta persona quiere vivir contigo y empezar un proyecto juntos –como comprar un piso- y tú no quieres todavía echar raíces.
En estos casos, es mejor alejarse para perseguir las ambiciones propias. Si luego de un tiempo te das cuenta que estar con la otra persona era más importante, podrías intentar recuperarla. Pero lo mejor es dar una oportunidad a tus metas personales.
Uno ha engañado al otro. La infidelidad puede ser muy difícil de superar. Hay gente que nunca lo hace. Si estás en ese punto medio entre querer recuperar las cosas como eran y no querer perdonar, pon a un lado tu relación mientras exploras tus sentimientos.
Una infidelidad no necesariamente significa el final de una relación, pero tratar con las consecuencias puede requerir un tiempo en soledad.Tomarte un tiempo para ti solo te ayudará a averiguar cuáles son tus prioridades y qué quieres para tu vida. Y sobre todo, te darás cuenta cómo encaja esta persona en tus planes futuros.
Necesitas reevaluar tu vida. Cuando te vas haciendo mayor, las ideas que antes tenías cambian. Hay gente que necesita repensar si quiere trabajar toda su vida en lo que ha estudiado en la universidad, por ejemplo.
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